El tiempo pasa, eso es un hecho inevitable...
Hace unos días estaba revisando mis archivos digitales, esos materiales que va uno guardando en el paso del tiempo en algún disco compacto y que se vuelven registros del tiempo.
Libros, apuntes, tareas y todo un arsenal de información que no pierde vigencia, que están ahí para que algún día vuelvan a ser usados. Para mi sorpresa, descubrí un disco compacto lleno de imágenes de hace algunos años, las cuales me evocaron recuerdos tan gratos, tan llenos de luz y alegría.
Fui revisando una a una esas imágenes, gozando de esos instantes que se registran con un click de una cámara y que poseen tanta energía positiva que trasciende el tiempo.
Imágenes de mi familia, de mis amistades, de mi trabajo, de mis viajes y de una que otra locura que se ocurriera en esos momentos. Pasé una tarde maravillosa observando las imágenes de cada una de las personas involucradas, sus gestos, sus poses, su atuendo, los lugares, las fechas, etc. Me reí por un buen rato.
En cierto momento, recordé un pasaje de mi infancia en el que nos reuníamos en familia, mis abuelos, mis papás, mis tíos y primos, todos sentados en la sala de la casa de mis abuelos maternos y uno de mis tíos instalaba una pantalla y un proyector de diapositivas, que proyectaba imágenes de los viajes, navidades, fiestas y muchos momentos muy bonitos y chuscos de toda la familia.
-¡Mira a Martha!, ¡ayyyy, que bonita foto de mi mamá!, ¡Jajajajajaja, mira, abriendo los regalos de navidad!, ¡mira a Toño rompiendo la piñata!.. Eran algunas, de muchas expresiones que surgían en el pasar de cada diapositiva, todos reíamos, todos gozábamos de cada imagen que pasaba. Recuerdo imágenes de los viajes de mis tíos y primos a Disneylandia, la Casa de los Muñecos, y todas las figuras de aquellos tiempos.. Era como vivir un viaje en el tiempo y el espacio.
Reflexioné sobre el efecto que producía en mi, en esos momentos de mi infancia, la sensación de pertenencia con mi familia. Tal vez, ninguna de las personas adultas que estuvieron en esos momentos, en que se proyectaban imágenes familiares tan bonitas, pudiera creer que hoy, después de tantos años pasados, aún recuerde de manera tan especial esos instantes.
Es cierto, tal vez haya cosas en el pasado que no queremos recordar, pues nos duele o nos atormenta al recordarles, pero también es cierto que por más cosas dolorosas que existan, las cosas buenas, las que nos dan pertenencia a nuestra familia, nuestros principios y valores, son más y mejores.
¿Lo importante? Estoy convencido que a través de actividades como esta, en la que mediante imágenes proyectamos muchas cosas, se fortalece nuestro sentido de pertenencia familiar, sobre todo, en los niños y adolescentes, quienes tal vez no recuerdan o no conocieron a sus abuelos.
Te invito a que seleccionemos imágenes, que programemos junto con nuestras familias, una tarde de cine en casa, a que le saquemos provecho a las nuevas tecnologías y proyectemos en la televisión o en una pantalla, las muchas imágenes que tenemos de nuestro pasado y presente, haciendo una selección de las muchísimas fotos que tenemos en casa.
Sale? pronto nos platicaremos cómo nos fue..
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