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jueves, 10 de diciembre de 2015

..¿por qué corres?..

tiempo
Seguramente te has preguntado muchas veces:
¿Por qué no me alcanza el tiempo?, o ¿a dónde se fue mi día?
Te sientes más ocupada/o que nunca y al final del día pareciera que hay muy pocos resultados de todo ese tiempo dedicado a trabajar y presionarte.
A diario realizas tus actividades cotidianas y tus pendientes, y lo más desesperante es que tu lista de tareas pendientes no se acaba. Incluso, en estas modernidades, la nueva tecnología de aparatos electrodomésticos, de equipos de oficina, celulares y agendas electrónicas, prometen simplificar tu vida, pero en realidad, lo único que parecen hacer es complicarla.
Muy a menudo te la pasas casi corriendo en una y otra dirección diferente en un momento dado. Tus prioridades cambian constantemente. Tu celular recibe constantemente llamadas y mensajes que contestar, correos electrónicos, o los inbox de tus redes sociales. Tus responsabilidades de trabajo las tomas muy en serio y de manera intensa, pero al mismo tiempo, tu jefe o compañeros de trabajo, siguen enviándote invitaciones a reuniones de trabajo.
Una vez concluidas tus labores de trabajo sales corriendo a casa para llegar a realizar tus actividades del hogar, preparar (o terminar de preparar) la comida, a limpiar y ordenar tus deberes, la ropa, el aseo, las tareas de los hijos (para quienes tienen hijos), y una vez que lo haces, necesitas continuar con la revisión de tus temas de estudio o el avance de tus proyectos, o incluso la revisión de los mensajes de texto de tu mejor amigo/a y ponerte al día con las actualizaciones de las redes sociales. Sin dejar de mencionar que de repente recuerdas que habías agendado una cita con el dentista o habías quedado de ir a la estética para un corte de cabello y no lo hiciste.
Te reclinas en el sillón de la sala, las fuerzas te abandonan, los ojos se te cierran. Es agotador, pues sabes que al día siguiente tienes que levantarte, como todos los días, muy de madrugada.
¿Sabes algo? Esto no te sucede sólo a ti, lo mismo nos sucede a una gran mayoría, todos los días.
Incluso, cuando programamos una salida a la playa, o una salida de fin de semana a algún lugar "para descansar", resulta que el ajetreo de todas las actividades relacionadas a la salida, estancia y regreso, terminamos al final con un grado mayor de cansancio.
Los "Gurús" de la administración del tiempo, o de las frases motivantes, dicen que el tiempo es el recurso más preciado en nuestra vida, pero en la vida real, el tiempo pareciera lo menos valioso o escaso.
Por supuesto que muchos de nosotros quisiéramos vivir ese estilo de vida de ensueño que los programas de televisión y revistas nos venden, con un montón de tiempo para relajarse y disfrutar de las comodidades, de lujos y pasiones, y a pesar de que sabemos que el sueño no es real, todavía anhelamos un poco de esa paz aparente.
Existen en varios sitios de internet, diversas opciones y métodos para "cómo aprovechar mejor tu tiempo", por lo que bien valdría la pena invertir un poco en darnos a la tarea de "aprender" más sobre cómo organizarnos. Al final de este espacio te comparto algunas opciones.
¿Cuál es la consecuencia más triste de no saber organizar nuestro tiempo? Ver pasar el tiempo, mientras nos decimos a nosotros mismos cosas como, "un día de estos voy a ir", o "ya que lleguen las vacaciones pintaré mi recámara", o "un día de estos que me divorcie", disfrutaré de mi independencia, o "cuando me jubile disfrutaré todo lo que no he podido", o "ya que termine de estas tareas me voy a dar un viaje", etc.
Y cuando menos lo imaginamos, se acabó nuestro tiempo. Una enfermedad, un accidente, la pérdida de un ser querido, la pérdida de un empleo, la edad, etc.
Tal vez desde muy pequeños aprendimos a creer que el tiempo es ilimitado y que tenemos muchos años por delante para hacer lo que se nos venga en gana. Más sin embargo, y en la medida en que avanza nuestra edad y nuestras responsabilidades crecen, nos damos cuenta que el tiempo es limitado y no nos espera.


..¿Amistades por conveniencia?..


La amistad según el filósofo, lógico y científico Aristóteles en su libro “Ética para Nicómaco” la divide en tres clases; por interés, por placer y por utilidad. Estas tres afirma, que son propias de las personas adultas que buscan la utilidad y la conveniencia. Sin embargo, la amistad perfecta afirma que es la de los seres humanos buenos e iguales en virtudes, los cuales quieren el bien el uno del otro con un sentimiento verdadero mutuo y recíproco.

¿Amistad por conveniencia?
Un tema tan común y ordinario, del cual todos en algún momento hemos hablado, criticado o escuchado.
Empezaría por compartir la definición de la Real Academia Española:
amistad.
1. f. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
conveniencia.
1. f. Correlación y conformidad entre dos cosas distintas.
2. f. Utilidad, provecho.
En base a esto, ¿qué entender con Amistad por conveniencia?
La frase "Amistad por conveniencia" quizá fue siendo construida en el tiempo con la intención oculta de señalar esas relaciones, que por alguna razón, son de oportunidad.
Por lo que el concepto de Amistad, lo debemos entender como el sentimiento humano de afecto con otra persona y que se fortalece a través de la relación misma, por conveniencia y conformidad, al dar y/o recibir algo.
En base a esto:
Toda relación de Amistad ES por conveniencia, porque se da y/o se recibe algo.
Entonces, ¿cuál es la intención oculta al señalar que una relación es "por conveniencia"?
Pues es sencillo, la respuesta se encuentra en La Sinceridad.
Por lo tanto, podemos ahora entender que el asunto de la "conveniencia" esta en la Amistad sincera y la Amistad fingida.
¿Qué es la Amistad sincera? Podemos definirla como aquella relación en la que se está siempre consciente del intercambio y suele ser de reciprocidad.
Y ¿qué es la Amistad fingida? Es aquella relación en la que no ocurre el intercambio ni la reciprocidad.
En base a lo anterior, y consciente del intercambio y la reciprocidad:
¿podrías ahora pensar en cuántas relaciones de Amistad realmente tienes?



¿Qué es la amistad? http://quees.la/amistad/

lunes, 26 de octubre de 2015

...Te amo.. ¿En serio?...

El amor no se trata de cuántas veces al día decimos "Te amo", sino de cuántas veces demostramos que es verdad.
Podemos decir "Te amo" miles de veces, tantas como se nos ocurra, a quien se nos ocurra, en donde se nos ocurra. Pero es necesario demostrar lo que decimos, de lo contrario, es imprescindible mejor no decirlo, pues las palabras no sirven de nada y llegan a lastimar profundamente a quien las escucha.
¿Por qué tengo que demostrar que te amo, si ya lo sabes?
Todas las personas poseemos un sistema de pensamiento, de ideas, de principios y valores, incluso de sentimientos, que configuran nuestro carácter y temperamento y demostrar lo que pensamos y lo que sentimos, es primordial para una relación sana con nuestra pareja.
Una relación sana de pareja, no sucede por accidente, ni es automática. Se crea conscientemente en el tiempo a través del esfuerzo y el compromiso mutuo.
Seguramente recordarás cómo inicia una relación, con muestras de nuestro afecto, en una infinidad de maneras pequeñas, en busca de pequeños y permanentes detalles, que si bien son pequeños, pero se suman a una experiencia de relación verdaderamente significativa y personal.
Así, se van encadenando las pequeñas victorias de cada día para crear una semana, un mes, un año, y luego, décadas de alegría compartida.
Desafortunadamente, también con el paso del tiempo y ante cualquier problema, con la turbulencia de la vida cotidiana afectando nuestro entorno, nos olvidamos de ver lo bueno en nuestra pareja y observamos sólo sus defectos. Y el observar sólo sus defectos, se convierte en un mal hábito inconsciente.
Resulta muy fácil decir Te amo, cuando se lleva una vida aparentemente tranquila, sin problemas de ningún tipo, cuando se cumplen todos nuestros caprichos y deseos, pero aprender a amar cuando aparecen los problemas, cuando no hay suficientes recursos y opciones, es donde se fortalece la verdadera relación. Sobre todo, cuando aparecen las pequeñas y grandes diferencias que un día fueron invisibles a nuestros ojos.
Más sin embargo, en una relación sana de pareja, se sabe que la vida está llena de retos, de mucho trabajo, de grandes problemas, de una gran diversidad de compromisos y que ambos estamos dispuestos a enfrentarlos y a encontrar las mejores soluciones.
Aquí es donde empezamos a darnos cuenta de si en realidad estamos dispuestos a demostrar lo que decimos: Te amo.
¿Cuántas veces al día, o a la semana tenemos una conversación con nuestra pareja para recordarle lo mucho que la amamos, lo mucho que la extrañamos y lo feliz que somos a su lado? ¿Sabías que hay estudios serios que dicen que deberían ser al menos 5 horas a la semana?
¿En cuántas ocasiones nos damos la oportunidad de disfrutar de nuestra intimidad física con la pareja, ya sea que se trate de una suave caricia en el rostro, o una palmada juguetona, o nos tomemos de las manos, no importa cuánto tiempo hemos estado juntos o donde nos encontremos, o sentarnos tan cerca en el sofá que podamos abrazarnos, o que ocupemos la misma banca de la mesa en un restaurante o de algún bar para mayor conexión y contacto?
¿Cuántas veces somos capaces de hacer todo lo posible por no ajustarnos a las presiones externas de vivir de una determinada manera, ganar cierta cantidad de dinero, poseer ciertas cosas, hacer lo que la familia o amigos dicen, etc.? ¿Hasta dónde somos capaces de crear juntos un estilo de vida propio para el disfrute y felicidad, y sea nuestra brújula interna compartida y no las presiones de fuerzas o dictámenes externos, quien guíe nuestro proyecto como pareja?
¿Cuántas veces nos centramos en "ser felices juntos" en lugar de discutir por "quien tiene la razón" cuando se enfrenta un problema y surge la frustración?
¿Cuántas veces creamos dramas donde no los hay y jugamos el juego perverso de leer "entre líneas", o "adivinar" lo que sucede? ¿Cuántos de nosotros creemos firmemente en la palabra de la pareja y asumimos que nos dice la verdad? ¿Cuántas veces expresamos o permitimos expresar a nuestra pareja, abiertamente los sentimientos de frustración o enojo con la intención de comprendernos y resolver el problema?
¿Cuántas veces mantenemos secretos o decimos mentiras, que lo único que hacen es drenar lentamente la relación de confianza y amor? ¿Cuántas veces pedimos o aceptamos disculpas por algún error cometido, respaldados por la paciencia y el perdón sincero?
A decir verdad, incluso las parejas más felices y saludables en la Tierra siguen siendo sólo dos seres humanos imperfectos.
A veces, a la persona de confianza se le pierde la confianza, la persona paciente pierde su paciencia, la persona generosa actúa de manera egoísta, etc. Todo esto le sucede a cualquiera de nosotros.
Cometemos errores, perdemos nuestros ánimos, nos deprimimos y nos atrapan con la guardia baja. Nos tropezamos, nos resbalamos, y a veces, giramos fuera de control. Pero eso es lo peor que nos puede suceder y punto, pues todos tenemos nuestros momentos malos.
Pero también, a través del tiempo, tenemos buenos y brillantes momentos.
Si no estamos dispuestos a permanecer al lado de la persona que decimos amar, a través de sus momentos difíciles de imperfección, realmente tampoco merecemos estar cerca en sus momentos perfectos, pues en realidad, no la amamos, la utilizamos.
"Eso lo dejamos para después, por ahora, te amo".
Ante la dificultad de resolver un problema con tu pareja durante el día, en el último de los casos, que sea un tema para después, y dile a tu pareja que la amas. El simple cambio en la tensión será un gran comienzo para empezar a tratar de resolver el problema. No se trata de evadir el problema, ni de minimizar los comentarios, sino de demostrar que ante cualquier eventualidad o diferencia, primero está el amor por la pareja.
Está demostrado que mantener el sentimiento de frustración, coraje o tristeza por no poder resolver un problema con nuestra pareja, provoca fortalecer los sentimientos de rencor y distanciamiento.
No olvidemos que el mayor obstáculo para la felicidad en una relación, no proviene de agentes externos, sino el apego al ego propio.
Incluso, en estos días en que los teléfonos móviles y el uso de las Redes Sociales han invadido por completo nuestra sociedad para una mayor "interconexión" entre personas, debería ser más propicio para aprovechar esas nuevas tecnologías de la comunicación entre parejas y fortalecer aún más la relación, más sin embargo, las estadísticas hablan de mayores separaciones.
Permanecer en una relación problemática, cuando hemos hecho todo lo posible por resolver los problemas, cuando hemos puesto nuestra mayor capacidad interna y nuestra paciencia y perdón, no se le puede llamar fidelidad.

domingo, 22 de marzo de 2015

...¡A Vivir! ¡A Vivir!...

Este fin de semana asistí acompañado de mi hija a la excelente obra de teatro de Odin Dupeyron, "¡A Vivir!", obra que esta dedicada especialmente a todos los que luchan cada día por ser libres, por ser felices y auténticos y lo más importante, por irse de este mundo mejor de como llegaron.
Por supuesto que durante el trayecto de la obra, existieron muchos momentos en que mi cabeza trataba rápidamente de Reflexionar y "digerir" cada frase en que había un mensaje muy valioso. El personaje que encarna Odin, un hombre llamado Marciano, se encuentra contando su testimonio de vida en el cierre de actividades de un grupo de auto ayuda.
-¡A Vivir!, ¡A Vivir!- Era la frase que la madre de Marciano utilizaba todos los días para levantar de la cama a sus hijos, y les decía que no debían ser como muchas personas, que mueren a los 20 años, pero los entierran hasta los 80.
¿Queeeeeeeeeee? Me pareció impactante el recordar que precisamente, hace más de un año, este espacio de Reflexión-Arte inició bajo el lema de "dedicado especialmente para los "Walking Deads" o Muertos Vivientes, personas que todos los días nos levantamos, nos arreglamos, vamos al trabajo, regresamos a casa, comemos, cenamos y al final del día, no supimos para qué".
Esa noche, después de la obra, Reflexionaba sobre - Qué difícil es tratar de ser libre, ser feliz y auténtico y tratar de irme de este mundo mejor de como llegué-, pues por supuesto que mientras no sea consciente de tantas y tantas ataduras que mis padres me impusieron, las personas a mi alrededor me impusieron y que yo mismo me he impuesto, mientras no sea consciente de que realmente no soy feliz y que no estoy siendo auténtico, tal como soy, pues resulta casi imposible iniciar un proceso de cambio.
Resultado de mi Reflexión sobre lo presenciado en la obra, vinieron a mi mente constantes pensamientos sobre la importancia de los padres, mamá y papá, quienes desde nuestra infancia fueron tejiendo posibilidades o limitaciones en los hijos, para "prepararnos" para esta vida.
-"Tienes que hacer esto o aquello, no te subas, no grites, no corras, pórtate bien, sé buen niño/a, no comas eso, adelgaza, péinate, píntate, arréglate!, etc.-, cuántas y cuántas cosas más, como si los padres fuéramos unos reconocidos escultores que con martillo y cincel, damos forma a una escultura a nuestra imagen y semejanza. 
Jovencitas, diría aún niñas, que a sus poquitos 15 o menos años, la mamá ya les alienta o permite usar pinturas en su rostro, ropa entallada, etc., como preparándolas a que la "sociedad les acepte" como mujercitas guapas y elegantes, pensando "mi hija TIENE QUE ser diferente del resto de las niñas del barrio o de la propia familia. A los 17 ya salen a sus fiestas y reuniones, a donde asisten "todos" los jóvenes. Y la mamá, bien orgullosa.
Los hijos varones, ni se diga, que a muy corta edad hay papás que ya les permiten tomar cerveza en las reuniones familiares o con "amigos", o hasta se hacen de "la vista gorda" con el uso del cigarro, pues "se están haciendo hombrecitos". En el fondo, pensando "ése es mi hijo!, bendito Dios que no salió igual que su madre!".
En las relaciones de pareja, ni hablar. Hijos que a muy temprana edad, ya tienen un romance "serio" de noviazgo pues es lo que "todo mundo hace" y significa que los hijos están madurando.
¿Por qué empecinarnos en tratar de ser iguales o comportarnos igual que los demás, si precisamente los seres humanos SOMOS TODOS IGUALES
¿Por qué no nos resulta evidente, que es precisamente la diferencia entre nosotros, los seres humanos, lo que nos hace a cada uno, un ser AUTÉNTICO?
Entiendo que para poder lograr que los hijos puedan desarrollarse y aprendan a ser libres, a ser felices, a ser auténticos, pues los padres deberíamos enseñarles con el ejemplo.Y ahí está el gran dilema.
En la obra, hay un momento en que surge un problema más entre los padres de Marciano, y es entonces que la mamá con lágrimas en los ojos, toma de la mano al niño y le dice, -"tu papá no es un hombre feliz"- y esa noche abandona su hogar, a su esposo y a sus hijos para nunca más volverlos a ver.
Aprendizajes muy fuertes, pero que enseñan más de lo que parece.
Lástima que en muchas ocasiones, los padres lo entendemos quizá, hasta el día en que llega una tragedia o nos llega la muerte. No TENÍAMOS QUE ser iguales a los demás, no TENÍAMOS QUE comportarnos como los demás, no TENÍAMOS QUE gustarle a alguien más, etc.
Que triste es escuchar a un hombre o a una mujer decir frente al féretro de una persona muerta, "pudimos ser felices".
DEBEMOS hacerle caso a nuestra voz interior, a nuestro corazón. Tratar de ser libres, felices y auténticos. Eso, seguramente nos llevará a morir mejor que como llegamos.


domingo, 15 de marzo de 2015

...y ahora, ¿qué les digo a mis hijos?

"El Estado tiene una enorme responsabilidad en la contención de sus ciudadanos, en la educación, en la falta de oportunidades que todavía persisten, y cuando el Estado no le da oportunidades a sus jóvenes, no les ofrece trabajo ni una educación digna, pues el narco sí lo hace".
Sebastián Marroquín Santos, hijo de Pablo Escobar Gaviria, uno de los Narcotraficantes más conocidos de América Latina.
Y ahora, ¿qué les decimos a nuestros hijos?
Somos padres de dos jóvenes, un varón que está por concluir su formación de médico cirujano y partero, y una joven, que está en el cuarto año en la Facultad de Derecho. Ambos, bajo nuestra responsabilidad siempre cuidadosa de impulsar su desarrollo humano y profesional, honesta y bajo el principio de ayudar siempre a los demás, en la creencia de un mejor país para todos. Al menos así fueron las enseñanzas que recibimos de nuestros padres y abuelos.
La tarea de formar a nuestros hijos como ciudadanos honestos y trabajadores resultó sencilla mientras fueron pequeños, pues aprendían de nuestras enseñanzas y ejemplos, así como de los abuelos, la familia y sus profesores. Los tiempos fueron cambiando, nuestros hijos creciendo y la tarea de educarles ya no ha sido fácil. Tenemos muchos factores en contra. Ante escenarios sociales tan complejos de marchas, plantones, violencia, muertes, desapariciones, grupos de autodefensa y muchos más por muchos años, ha sido muy difícil el tratar de llevar un diálogo con nuestros hijos que conduzca a la razón de que el trabajo, la preparación profesional, la dedicación, la limpieza y la honestidad son algunos elementos que distinguen a los buenos ciudadanos.
"El que paga manda. Y si se equivoca, vuelve a mandar.”
Frase popular utilizada por algunos funcionarios públicos.
Ha sido muy difícil educar en valores luchando todos los días en contra de las vicisitudes personales, las diferencias de pareja y familiares, de las evidentes prácticas de corrupción del sistema social tradicional, de policías corruptos que lo único que hacen es extorsionar a la ciudadanía que lo permite; maestros que piden dinero o servicios sexuales a cambio de una calificación aprobatoria; funcionarios públicos que otorgan espacios laborales de base y prestaciones a familiares y amigos y que desvían recursos públicos para su beneficio propio; de políticos sin una formación profesional que se reparten los espacios políticos y se exhiben con sus familias en los medios de comunicación con fortunas y poder; líderes sindicales que aprovechan su representación y la complacencia de los gobiernos para enriquecerse y repartir espacios laborales al mejor postor o conveniencia; de líderes de grupos de autodefensa al margen de la ley que, incluso, saliendo de la cárcel se les trata como héroes y hasta se les ofrecen puestos políticos; deportistas y actrices mostrando su registro político sin ni siquiera haber sido sometidos a un “examen de confianza”; funcionarios públicos que desaparecen estudiantes, que someten, denigran o dejan sin empleo a personas por el simple hecho de pensar y opinar diferente; maestros que abandonan las aulas y que castigan con reprobación cualquier señalamiento de un estudiante o padre de familia ante las autoridades; jueces y magistrados de la corte impuestos por un poder supremo y que dictan resoluciones a favor del agresor dando una lección a todos los agredidos a cerrar la boca; etc.
"Ya sé que no aplauden.”
Enrique Peña Nieto, Presidente de México.
 Y ahora, ¿qué les decimos a nuestros hijos?
 Ante una sociedad que ha perdido el respeto por sus instituciones, por sus autoridades, por sus Leyes; una sociedad basada en el paradigma de que “el que no tranza, no avanza”; una sociedad clientelar donde lo fundamental es ser familiar o pertenecer a los grupos hegemónicos en el poder o tener nexos políticos con el Directivo, funcionario público, diputado, senador o líder sindical para obtener empleos bien remunerados sin una formación profesional; una sociedad donde se privilegia el glamour y los excesos de poder que otorga la impunidad de la delincuencia organizada; una sociedad donde han desaparecido los perfiles profesionales y la capacidad comprobada para ejercer una profesión o la función pública y la administración de recursos; una sociedad en la que se puede ser narcotraficante, extorsionador, violador, delincuente, Directivo, Gobernador o Presidente corrupto, y no existan o no se apliquen leyes que te castiguen; una sociedad en la que es mayor negocio y prestigio defender a un delincuente que defender a un inocente; una sociedad en la que hoy puedes militar y defender a un partido político pero mañana cambias y lo haces con otro por conveniencia y sostenimiento; una sociedad en donde ser profesor o profesora es la opción “aunque sea”; etc.
Ante un futuro incierto para la juventud mexicana donde el trayecto de su vida laboral con salarios paupérrimos tendrá como reconocimiento al final un complicado sistema de ahorro para su retiro; un futuro donde las oportunidades de trabajo se han reducido cada día más; donde a pesar de cumplir con los requisitos que impone la ley en un proceso de selección para un empleo digno, éste se le otorga a quien presiona, hace huelga, cierra vialidades y agrede a la sociedad en su conjunto; donde el sector privado reduce cada vez más los espacios laborales, sus salarios y prestaciones, sometiendo a los jóvenes prácticamente a pagar por trabajar; donde después de muchos esfuerzos intelectuales y económicos realizados por obtener un título universitario, una vez egresados los jóvenes ingresan automáticamente a la lista de desempleados del Estado; etc.
"Me sorprendieron.”
Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta"
Por favor, y ahora, ¿qué les decimos a nuestros hijos?
Qué les podemos decir ahora a nuestros hijos, cuando “los sorprendidos” somos nosotros, hombres y mujeres que realizábamos nuestras labores en pro de construir una sociedad de igualdad en derechos, de oportunidades para una vida digna, basada en valores de arraigo y tradición, impulsando la formación profesional de nuestros hijos basada en el esfuerzo, el trabajo, la dedicación y el amor a nuestra patria. Qué se les puede decir a nuestros hijos cuando los dedos de nuestras manos ahora ya resultan ser muchos para contar hombres y mujeres dignos de ejemplo a seguir, cuando por cada mexicano o mexicana dignos de ejemplo ya existen muchos ejemplos a no seguir, cuando inclusive, en muchas ocasiones, los pocos ejemplos dignos de hombres y mujeres son atacados, difamados, discriminados, sometidos, aislados, rebajados o limitados por la voraz intencionalidad del sistema corrupto que mantienen unos cuantos, como “castigo” por hacer sus labores y encargos de manera honesta y transparente. Cuántos maestros y maestras, empleados y empleadas, servidores públicos, investigadores y académicos, periodistas y muchas personas más, han sido sancionados o desaparecidos por no coincidir con los intereses del “sistema” o del “Estado”.
Qué se les puede decir a nuestros hijos cuando el cumplir con el pago de un trámite, una licencia, o pagar una infracción de tránsito, el pago de impuestos, una multa o recargo por atraso en el pago de servicios públicos te hace ver como un estúpido, pues ocupas parte de tu tiempo para ir a las oficinas de recaudación y te cuesta hasta diez veces más caro que el soborno o “mochada” a favor de servidores públicos corruptos.
"Si mi padre hubiera tenido la compañía estatal para poder realizar su carrera, para poder llevar a cabo sus estudios, mi padre seguramente sería una persona muy exitosa por su inteligencia, pero en áreas que aportarían al bien común".
Sebastián Marroquín Santos, hijo de Pablo Escobar Gaviria, uno de los Narcotraficantes más conocidos de América Latina.
Podremos señalar al “Estado” como el responsable de tanta corrupción e inestabilidad social; podremos criticar al “Sistema” por las decisiones erróneas que afectan la vida de los ciudadanos, mas sin embargo, ¿quién es el “Estado”?, ¿quién es el “Sistema”?.
La respuesta que he dado a mis hijos es NOSOTROS. No sólo son “ellos”, ni “aquellos”. También somos nosotros.
Mucho se pregona por parte de profesores y profesoras que es en el hogar donde se educa a los hijos y no en las escuelas, y mucho habrá de razón para semejante declaración,  pero entonces, esos profesores y profesoras también llevan al aula su propia educación recibida en sus hogares y de la mezcla de su propia formación ideológica de sus gremios sindicales que responden a intereses políticos y económicos por encima de su labor y vocación de enseñanza, mostrando como maestros a nuestros hijos que es con paros, huelgas, cierre de vialidades, grafiteando muros,  destruyendo edificios, que es mediante la presión y violencia como se obtienen privilegios económicos. También con el ejemplo de la sociedad en su conjunto se educa. No es sólo la educación que reciben miles de niños y jóvenes en su casa, es también la que recibieron miles de profesores y profesoras en las suyas.
Retomo un fragmento de Sebastián Marroquín Santos, hijo de Pablo Escobar Gaviria, que dice que “cuando el Estado no le da oportunidades a sus jóvenes, no les ofrece trabajo ni una educación digna, pues el narco sí lo hace".
Padre de familia, Profesor, Profesora, Servidor Público, Empresario, Empleado, Comerciante, Periodista, Transportista, sea cual fuere tu actividad y responsabilidad, necesitamos decirles a nuestros hijos que sigan creyendo en sus padres, que sigan creyendo en su familia, en sus maestros, en su sociedad, en sus empresas, en su gobierno, en muchas personas que al igual que nosotros, se preocupan y se ocupan por acompañarles y dejarles un mejor mañana, para ellos y sus hijos.
No abandonemos nuestros principios, no abandonemos las aulas, no abandonemos nuestra capacidad de trabajo y esfuerzo limpio, no abandonemos a nuestros niños y jóvenes. De seguirlo haciendo, el Narco, la tranza, las drogas, la prostitución, la corrupción, siempre tendrán espacios para ellos.
Retomando parte de la filosofía de vida de un gran hombre, luchador social michoacano, Julio Antonio Luna García (q.e.p.d.), es en la unión y el trabajo serio pero sobre todo responsable, respetando la diversidad de pensamiento, como se construyen desde el hogar y los salones de clase las nuevas generaciones de una Juventud sana de Clase Mundial.



domingo, 8 de marzo de 2015

...día internacional de la Mujer...

Quise iniciar con esta foto más que significativa publicada por https://lostinbergen.wordpress.com/ en su sección de Fotos de la Semana.
Tal vez un día como muchos otros del calendario para una gran parte de nuestra sociedad. Tal vez un día que sufre el ataque de empresas comerciales que hacen de un reconocimiento a la Mujer, un día de compra-venta como estrategia de comercio.
Nada que no pareciera "normal", pues lo mismo ha sucedido con el resto de conmemoraciones como el día del padre, o de la madre, o de los niños y niñas, o de los abuelos y tantas cosas más, que si bien provocan motivos de convivir, se han vuelto tan comerciales que se olvida en lo fundamental su significado.
Tampoco pretendería con el comentario anterior, caer en el "Buenrollismo" de que toda celebración es motivo de convivencia por sí misma, que no debe señalarse nada en contra de las compras y ventas de productos, que el propósito es dejarse llevar por la corriente socio-comercial y no decir nada.
Para nada. Esta Reflexión está dedicada especialmente a la Mujer.
A esa mujer que durante muchos años, siglos debería decir, ha transitado por escenarios de lucha desde los inicios de la humanidad, en todas las revoluciones y movimientos sociales, en cada espacio del planeta, ha realizado una labor persistente por lograr el reconocimiento a su capacidad, a su inteligencia, a su trabajo y muchas cualidades más, que dignifican la igualdad de género con el hombre.
Muchas cosas podría escribir como reseñas históricas de cómo surge el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer, válidas todas, dado que incluso muchas mujeres no conocen esa parte de la historia tan importante que da origen a la celebración, mas sin embargo, sin demeritar la importancia de conocer la historia, mi dedicatoria y mi interés reflexivo se basa en mi propia experiencia de vida.
Escribir sobre esa mujer, que día a día ha luchado por un mejor mañana, por espacios dignos de cualquier ser humano, en el hogar, en el trabajo, en cualquier espacio de nuestra sociedad, de una manera digna y respetuosa.
Si bien es cierto que la lucha que mujeres con mucho valor emprendieron hace muchos siglos por lograr el reconocimiento de sus derechos, fue provocando que en las sociedades dominadas por el hombre, se cambiaran paradigmas fundamentales del rol de hombres y mujeres por el bien de una sociedad en igualdad de derechos.
Es cierto también que no todo lo realizado ha sido suficiente para cambiar los usos y costumbres que aún someten a muchas mujeres a condiciones de desventaja atropellando incluso su dignidad humana. Mujeres violentadas, masacradas, asesinadas o sometidas al capricho de muchos hombres, aún se describen y ocurren en muchas partes del mundo.
Celebrar el Día Internacional de la Mujer debe ser motivo para adentrarnos en el espacio de reconocer que tanto mujeres como hombres tenemos el derecho a llevar una vida digna, donde las oportunidades de desarrollo no sean mutiladas por leyes y normas que agreden la esencia humana, sobre todo de la mujer.
No sólo de mi padre aprendí principios y valores, también de mi madre. No sólo de mi padre aprendí a conducirme en la vida, pues mi madre acompañaba también mis pasos.
Contrario a lo que escucho de muchas mujeres, el machismo, desde mi particular entendimiento, no sólo surge del actuar y las enseñanzas de un padre, sino también surge al lado y aceptación de una madre. 
Cuántas historias conocemos día a día de mujeres que llevan a cabo esfuerzos enormes por cuidar de sus hijos, por mantener las mejores condiciones y oportunidades para su familia, por realizar todas y cada una de sus acciones con el propósito de ser mejores. La mujer del hogar, la mujer que estudia, la mujer que trabaja, la mujer que dirige empresas, instituciones y hasta los destinos de un país.
Y todo esto, en la mayoría de las ocasiones, bajo el esfuerzo de vencer el hostigamiento sexual, laboral, la violencia intrafamiliar y muchos otros escenarios provocados por la actitud de hombres que no pueden vencer el rechazo a la mujer que logra superarles.
"Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre", pues si bien es cierto que los seres humanos, hombres o mujeres cometemos errores y aciertos, también es cierto que aún falta mucho por recorrer en el tema de reconocer la igualdad de derechos, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada hogar, en cada empleo.
No soy partidario político de ningún organismo, ni pretendo incidir en ninguna afinidad política de la mujer, pero creo importante señalar que en estos tiempos de decisiones importantes para la conformación de muchos gobiernos de nuestro país, ustedes, las mujeres, jueguen un papel definitivo y hagan uso de su capacidad de elección ganada con sangre hace muchos años, por lograr gobiernos en que las mujeres puedan finalmente decidir y gobernar en muchos lugares donde los hombres hemos sido los protagonistas, y puedan cambiar muchas de las condiciones adversas para su desarrollo. 
Este es su tiempo. No pueden las mujeres estar ahora, en contra de ustedes mismas. No pueden desacreditarse ustedes mismas.
La historia está en sus manos. Para pelear, con los hombres les basta.


jueves, 5 de marzo de 2015

...Carta de un Astrónomo enamorado...

Querida amiga:
Día a día, he dedicado el tiempo entero al estudio del movimiento y fenómenos de tu cuerpo celeste, especialmente de las características físicas de una estrella como tú.
Admito que durante algunos años luz, nunca cuestioné mi creencia de una visión geocéntrica de mi vida y mis relaciones, mas sin embargo, al conocerte he entendido el pensamiento sistémico y mi visión ahora es heliocéntrica, donde cual cuerpo rocoso carbonáceo, orbito alrededor tuyo.
Quisiera tener la suficiente masa para que mi gravedad pudiera superar las fuerzas de mi cuerpo rígido y asumir una forma en equilibrio hidrostático que llamara tu atención, pero sé que en el Big Bang no fui beneficiado para que eso sucediera.
Por una mirada tuya he intentado muchas cosas, he tratado de ser objeto exótico tal cual quásar, púlsar, radio galaxia y hasta estrella de neutrones, pero todo ha sido en vano y me he quedado tal cual agujero negro, sin poder escapar de mi destino.
Mi trayectoria diaria descrita bajo la influencia de la fuerza gravitatoria, a diario experimenta una seria perturbación como consecuencia de la atracción que ejerces sobre mí. Incluso he sentido que por momentos desaparezco, faltándome la luz del sol, debido a tu cuerpo eclipsante.
Y en todos estos periodos sidéreos de mi vida, he esperado con ansia el punto periastro entre nosotros para decirte lo que siento por ti, pero tu indiferencia hacia mí provoca un punto apoastro y reduces el problema de dos cuerpos a problema de un cuerpo equivalente; o incluso lo aumentas a problema de tres cuerpos muy complejo de resolver.
Quiero que sepas que tu cuerpo en mi universo me provoca una atracción que experimento a lo largo de la línea que une el centro de tu corazón y el mío, proporcional a la masa de tu escultural cuerpo y el mío, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre nuestros corazones.
Finalmente quiero decirte que desde mi nucleosíntesis primordial te he observado desde lejos, tal cual telescopio orbital Hubble, por tratar de eliminar los efectos de la turbulencia en mi atmósfera que me causa tu indiferencia; y así como algún día la astronomía y la astrología concurrieron pero fueron separadas por el racionalismo y la iglesia católica, tal vez tus satélites naturales y artificialescometas y tu familia de meteoroides nos separan cada día más.
Ahora entiendo que todo ha sido una confusión mía, pensando que tu cuerpo celeste era objeto astronómico, y no, es objeto simple. Por lo que desde ahora, me dedicaré a navegar por todas las galaxias, al descubrimiento de muchos más cuerpos celestes.
Aun así, te seré fiel hasta la Muerte térmica del Universo.


domingo, 1 de marzo de 2015

...la obediencia...

Un tema por demás complejo y delicado.
Hoy por la mañana escuchaba con atención a una mujer que regañaba a su pequeña hija, por las apariencias, no mayor de 7 años. La escena resultó de lo más contrastante con mis ideas y concepto de la educación en valores, pues la mujer insistía en que la niña hiciera exactamente lo que le pedía, comer una quesadilla, pues de no hacerlo la iba a regalar a un señor que vendía fruta junto al establecimiento de comida.
Por supuesto que la niña mostraba signos de no querer comer el alimento, o tal vez siendo un poco observador, no tenía hambre, más sin embargo la mujer no cesaba de insistir en que la niña debía hacer lo que se le ordenaba bajo la amenaza de regalarla a un desconocido. Incluso, la mujer llegó en varias ocasiones a expresarle a la niña, que todos los presentes la observábamos y que parecía una niña fea y berrinchuda, en lugar de ser una niña bonita y obediente.
¿Bonita y obediente? Parecieran ser cualidades intachables de cualquier persona que se somete y cumple las órdenes de cualquier autoridad ciegamente.
Por supuesto que la palabra Obedecer tiene un significado preciso, que dista en gran medida al que describen las múltiples Academias de lenguas o Diccionarios etimológicos y que se acerca mucho a lo que normalmente creemos que es "hacer caso a la fuerza".
Resulta por demás interesante Reflexionar sobre los supuestos que en nuestra vida ha tenido el significado de la palabra Obediencia, pues si bien es cierto que podría pasarme muchas horas escribiendo definiciones etimológicas, o bien, de buenos hábitos, o de la propia educación en valores, o la Religión, o cualquier marco jurídico de nuestras sociedades, la realidad es que el concepto preciso depende de las experiencias de vida de cada uno de nosotros.
Lo más increíble de este concepto, Obediencia, es que lo aprendimos de manera profunda desde los primeros años de nuestra vida. Lo primero que aprendimos en la infancia fue a Obedecer. En la casa, en la escuela, en la Iglesia, en cualquier lugar a donde nos llevaban nuestros padres, lo primero que se nos enseñó fue a obedecer.
 Me podrás decir que es resulta obvio este asunto de la obediencia, pues es la manera o código de convivencia en que nuestras sociedades están basadas, de lo contrario, significaría un caos total el que no hubiesen códigos de conducta basados en la obediencia de leyes y mandatos de la autoridad.
¿Recuerdas ese día que por primera vez llegamos a un centro escolar, a muy temprana edad, qué fue lo primero que nos enseñaron?
A OBEDECER! A obedecer porque sí, a obedecer a un completo extraño: un maestro.
Lo mismo sucedió al entrar por primera vez a una Iglesia, a un empleo, a un grupo sindical o deportivo.
Pudiera parecerte un pensamiento por demás lógico o incluso tendencioso de mi parte, pero piénsalo un poco más y te darás cuenta que el principio fundamental bajo el cual fuimos inducidos a cualquier círculo social, fue precisamente la obediencia.
¿Cuántas veces has escuchado decir que un niño es bonito y bien educado porque es muy obediente? ¿Cuántas veces has confirmado que a una persona adulta se le considera madura e inteligente, por el hecho de ser obediente?
Aún no me repongo de la escena de esta mañana en que la madre le decía a su pequeña hija que si no obedecía, entonces era fea, berrinchuda y que la regalaría con un desconocido. Más aún, me llenó de conflictos mi cabeza el pensar que eso mismo sucede en el ámbito familiar, laboral y social. En el hogar, no obedecer te puede aislar de la convivencia familiar, tus padres te pueden castigar, o le caes mal al esposo/a, al suegro/a, etc.; en la escuela, te reprueban, te castigan, te expulsan; en lo laboral, el patrón o representante sindical te someten a juicios de valor, bloquean tu desarrollo, limitan tus estímulos económicos, etc.; en a Iglesia ni se diga, te condenas al infierno, etc.
Por supuesto que desde la primeras líneas de esta Reflexión comenté que la obediencia era un tema complejo y delicado, pues en cualquier ámbito en que nosotros jugamos el rol de "autoridad", lo primero que exigimos a nuestros subordinados es obediencia.
Lo más irónico del tema, es que la palabra obedecer viene del latín y significa "saber escuchar" pero por supuesto, que existen tratados que establecen que obedecer es la acción de cumplir un mandato o una orden. Por lo mismo, dije que el significado preciso, y más importante, es el que tú le das a esta palabra, dados tus aprendizajes a lo largo de tu vida.
La página web www.solohijos.com publica el siguiente pensamiento: 
No obligues nunca a tu hijo a obedecer (a no ser que corra riesgo su bienestar físico). Media con él, ayúdale a tener un pensamiento crítico y que cuando te obedezca, sea por coherencia y prestigio.
Quizá yo agregaría, que lo mismo deberíamos hacer con nuestros alumnos, nuestros subordinados, nuestros representados, etc.
Te comparto unas líneas que me parecen idóneos para la Reflexión:
- Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Tomando en cuenta que: 
  • Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
  • Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
  • Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.    
  • La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.    
  • La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que  obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.

domingo, 22 de febrero de 2015

...la intención positiva...

Nuestros comportamientos pueden parecer los más adecuados en ciertas circunstancias, pero en otras, pueden parecer los más equivocados.
¿Cuántas veces hemos pasado por discusiones acaloradas con nuestros padres, nuestros hijos o nuestra pareja por un comportamiento "inadecuado" que no nos agrada o nos afecta?
- "Mi mamá quiere que todo el día le esté llamando para decirle dónde ando. Es una exagerada."
- "Me paso todo el día trabajando para cumplir con las obligaciones de la casa y tu te quejas de que no tengo tiempo para ti."
- "Siempre está pendiente de la ropa que uso para ir al trabajo. Es muy celoso."
Comentarios como los anteriores y muchísimos más, hemos recibido, escuchado o hemos hecho, durante nuestra vida.
Por supuesto que de manera automática catalogamos esos comentarios como agresivos y de manera también automática, la mayoría de las ocasiones, respondemos con otra agresión inmediata.
Más sin embargo, siempre hay una función positiva escondida en todos nuestros comportamientos, por más difícil que creamos.
¿Qué sucede en una discusión si yo grito? La persona a la que le grito puede comportarse de diferentes maneras. La más común, es que se sienta atacada por mis gritos y me responda también con gritos. Otra forma,  que evite a toda costa la discusión, dejando de hablar, tomando distancia y dejando de expresar sus diferencias con respecto a mi opinión. Otra forma, es soportar la agresión verbal y comenzar a llorar por la frustración de no querer participar de un hecho violento. Presionar más, gritar más, no hará que esa persona hable, o se acerque, sino todo lo contrario.
- "Mi mamá quiere que todo el día le este llamando para decirle dónde ando. Es una exagerada."
Qué diferencia encuentras si fuera de esta manera:
- "Mi mamá quiere que todo el día le este llamando para decirle dónde ando. Se preocupa mucho por mi." 
- "Me paso todo el día trabajando para cumplir con las obligaciones de la casa y tu te quejas de que no tengo tiempo para ti."
Qué diferencia encuentras si fuera de esta manera:
- "Sé que me paso todo el día trabajando para cumplir con las obligaciones de la casa y tú deseas que pasemos mayor tiempo juntos."
Sí, lo sé. Es difícil para muchos de nosotros aceptar el cambio de comportamiento por su función positiva, pareciera muy difícil deshacernos de "es una exagerada" por "se preocupa mucho por mi", o "tu te quejas" por "tu deseas", pues nuestra consciencia ha sido programada para no entender la función positiva.
Por supuesto que en esto de la función positiva, podremos encontrar comportamientos muy complejos, difíciles de aprobar, o justificar en el terreno de los valores humanos. Me refiero a comportamientos obsesivos que tienen claramente patrones de ser enfermedades compulsivas o que nos hacen daño.
Hay quienes beben vino para olvidar sus penas, hay quienes quienes fuman para relajarse, hay quienes se drogan para sentirse alegres, hay quienes dejan de comer para estar atractivas, y muchas cosas más que podrían justificar una función positiva, más sin embargo, existen reacciones secundarias que muestran que sólo dañamos nuestra salud, nuestras relaciones o nuestros trabajos.
Nuestras conductas han sido una adaptación a las circunstancias, siempre buscando (consciente o inconscientemente) una intención positiva. El no hablar para evitar discusiones, tiene como intención positiva el evitar un conflicto mayor que pueda afectarnos. Más sin embargo, debemos estar conscientes que hay efectos secundarios, pues no exponer nuestros pensamientos y sentimientos, nos produce un estado de dolor hacia nosotros mismos, por no hacer lo que sentimos que queremos hacer, por decir que si cuando queríamos decir que no. Aún más, se provoca un sentimiento negativo hacia aquella persona con quien no hemos podido expresar nuestros pensamientos.
Es muy difícil para cualquiera de nosotros que olvidamos o no reconocemos la función positiva de nuestros comportamientos, no caer en la conducta agresiva, donde ya nos da igual todo y “soltamos” todo lo que hemos venido acumulando durante meses o incluso años.
Analizar nuestros comportamientos, decidir si es lo que realmente queremos y encontrando su función positiva, nos ayudará a ampliar nuestras opciones, en lugar de quedarnos con esas conductas limitadoras que además, son nocivas para nuestra salud, o para nuestras relaciones personales.


domingo, 15 de febrero de 2015

...¿festejar o no festejar? esa es la pregunta...

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A propósito del Día de San Valentín.
 
El día de ayer, 14 de Febrero, se celebró el tan anunciado y festeado Día del Amor y la Amistad. Fue un día estratégicamente completo, sábado y de pago del salario.
 
Restaurantes abarrotados, los bares, centros nocturnos y cualquier espacio de convivencia de parejas, estaban llenos de festejo. Los negocios y centros comerciales ofreciendo toda clase de productos, desde los clásicos arreglos de flores, muñecos de peluche, chocolates y globos, hasta los más exclusivos regalos como perfumería, joyería, lencería y productos exóticos para disfrutar en pareja.
 
Todo un festejo en grande que incluso, por el tráfico vial de la ciudad, las personas en la calle de compras o en algún café, bar, centro nocturno, etc., pareciera que estaba sucediendo nuevamente el pasado festejo navideño o de año nuevo.
 
Todo fue propicio para "festejar" en pareja o con las amistades o familiares, este día del Amor y la Amistad, y que aunque como sucede normalmente, la gran mayoría de las personas, no conozcamos el origen que dio inicio a esta celebración, pues nos apuntamos a celebrar de cualquier manera.
 
¿Quién conoce la historia del sacerdote San Valentín que en el siglo III en Roma, celebraba en secreto matrimonios para las jóvenes parejas de enamorados, dada la prohibición del emperador Claudio, pues consideraba que los jóvenes solteros sin familia eran mejores soldados por tener menos ataduras?
 
Claro, qué importa el origen o los fundamentos del festejo, pues ninguno de nosotros queremos parecer unos "escépticos sociales", pues de otra manera estaríamos cuestionando todos los "festejos" del año como el día de la Primavera, día del Niño, el día de la Madre, del Padre, de los abuelos, la Navidad, el Año nuevo, la rosca de Reyes, la Semana Santa, el día de la Santa Cruz, el día de la Virgen de Guadalupe, el día de Muertos, el grito de Independencia, la Revolución Mexicana, y hasta el Súper Tazón, la final de la Champions Ligue o del fútbol mexicano, etc.
 
Le podría seguir con los motivos laborales, el cumpleaños del Jefe o compañero/a de la oficina, el día del empleado, el día de la secretaria, el "baby shower" de la compañera, el intercambio de regalos con los compañeros de trabajo, la cena de fin de año, etc.
 
¿Me excedí un poco o faltaron motivos?
 
Claro que me faltaron motivos y tal vez los más importantes, mi cumpleaños, tu cumpleaños, el de mamá, papá, hermanos, hermanas; o tus quince años, tu boda, tu titulación, tu primer salario, tu primer hijo, su bautizo, tu primer carro, tu primera casa, etc.
 
¿Qué son muchos festejos? ¿Y qué? Algo tenemos que festejar, ¿o no?
 
Pero, ¿te has puesto a pensar de dónde salen los recursos económicos para mantener tantos festejos?
 
Adivinaste, de tu salario, en conjunto con el salario de los demás involucrados.
 
Cada festejo, sale de nuestros bolsillos.
 
Inclusive, hoy en día es de llamar la atención que en algunas empresas o instituciones, los patrones no aportan recursos económicos para una celebración con su personal y sí son los empleados los que mantienen con sus "cooperaciones voluntarias" el estatus quo del patrón y de la imagen Institucional o empresarial.
 
¿Curioso no? Pues lo mismo pasa con el Gobierno, la Religión o incluso la familia.
 
Insisto en no querer parecer tendencioso o un "escéptico social" con estos comentarios y dejar de participar de muchos "motivos de festejar", ni mucho menos tocar el tema de la distribución salarial que es individual y familiar, la intención es Reflexionar y cuestionar su fundamento, ya sea por tradiciones culturales, Institucionales, o en muchos casos, estrategias comerciales que lo único que provocan es mantener el control y poder del SISTEMA sobre la sociedad.
 
 

domingo, 8 de febrero de 2015

...¿águila o sol?...

Qué difícil pareciera la vida cuando enfrentamos problemas o sensaciones de insatisfacción o turbulencia y requerimos tomar una decisión. Empezamos a pensar en el problema y todas las situaciones que le rodean, realizamos una especie de evaluación y comenzamos a darle vueltas y vueltas al asunto sin poder decidir qué hacer al respecto tan fácilmente.
 
Desde situaciones que bien pudieran parecer triviales, hasta las más complejas que podamos imaginar. A manera de ejemplo, para algunas personas llega a ser un verdadero dilema elegir la ropa que se pondrán por la mañana, los zapatos, la bolsa, el color de maquillaje, o decisiones complejas como puede ser el dejar un empleo o una relación amorosa que ha resultado insatisfactoria.
 
Muchas personas nos hemos llegado a cuestionar el por qué en otros tiempos, tal vez algunos años atrás, no nos costaba tanto trabajo o tiempo el tomar decisiones.
 
Quien no recuerda esos tiempos de niños o adolescentes en que muchas de las cosas que deseábamos hacer, o en conjunto con nuestros amigos, se decidían mediante un simple "volado", lanzando una moneda y según lo que cayera "águila o sol" era la decisión que tomábamos, o mediante el uso de la fórmula mágica del "piedra, papel o tijera".
 
Incluso, una vez que tomábamos la decisión mediante "fórmulas mágicas" del azar, no volvíamos a discutir si la decisión fue buena o mala, simplemente seguíamos de frente en la vida.
 
¿Y ahora? Pareciera que hasta la más mínima decisión que llegamos a enfrentar la analizamos tan escrupulosamente como si fuera de vida o muerte. Como si nuestro interior hubiera sido reprogramado, como si hubiésemos sido parte de una cirugía en la que nos mutilaron esa facilidad de decidir.
 
Podemos decir muchas cosas, que tal vez es nuestra inseguridad, o tal vez que nos volvimos (o nos volvieron) dependientes de las demás personas o de los recursos materiales, o tal vez que es el producto de las responsabilidades familiares o económicas que ahora tenemos o hasta el resultado de los conceptos filosóficos de una religión o creencias culturales.
 
Habrá hasta quienes aseguren que es porque nos hemos vuelto "adultos".
 
Pero pareciera que hoy en día, hasta para tomar la decisión de qué película podemos entrar a ver al cine, o que tipo de comida vamos a preparar en domingo, o a qué lugar queremos ir a pasear, etc., fuera algo muy complicado.
 
Es cierto que con un "volado" o un "piedra, papel o tijera" no puedes decidir si te sometes a una cirugía o no. Para eso, y algunas cosas más, se requiere estar mayormente informado de los riesgos y consecuencias.
 
Pero sí creo que en ocasiones, las decisiones simples o sencillas pueden ser tomadas con mayor soltura y menos rigor de lo que actualmente las tomamos.