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domingo, 22 de diciembre de 2013

..ya casi es Navidad!..

La Navidad esta muy cerca. Es una fecha que reúne muchos sentimientos de nuestra cultura y tradiciones, de nuestro pasado y nuestro presente, algunos muy felices y otros no tanto.
 
¿Qué es lo realmente importante de la Navidad? Mmmmmm, hay muchas aristas en este tema.
 
Hay quienes, desde la perspectiva religiosa, la Navidad significa el recordar el acontecimiento del nacimiento de Jesucristo; desde otras perspectivas, tal vez transformadas en el paso del tiempo, es una celebración de fiestas con motivos meramente sociales. Incluso habrá quien opine que los elementos de dicha celebración son de origen pagano, como el hecho del mismo árbol llamado de Navidad o las imágenes de un santa Claus, o imágenes de Walt Disney, incluso de los Simpson, etc.
 
De muchos de estos temas están llenas las páginas Internet y por supuesto, con el enfoque que los autores quieran poner a debate.
 
Pero entonces, ¿qué es lo importante?
 
Hace algunos años, estando junto con mi madre en la Iglesia un 24 de Diciembre, escuchábamos atentamente la explicación del sacerdote sobre el significado de muchas de las celebraciones, especialmente sobre la Navidad, y en cierto momento, sentí que algunos de los comentarios, no concordaban del todo con mi manera de percibir la Navidad y volteando con mi madre, le comentaba mi opinión. Mi madre me escuchó atentamente y al terminar yo de hablar, me dijo: "a la casa de Dios, se viene a recibir..".
 
Que gran lección.
 
Podremos estar de acuerdo o no, en las "formas o el fondo" de la celebración de la Navidad, podremos estar de acuerdo o no, en lo material que se han vuelto estos tiempos que arrasan con las tradiciones y convierten las festividades en muchas cosas, pero estoy convencido de algo:
 
La Navidad es una oportunidad de abrir nuestros corazones, dejar a un lado nuestras diferencias, nuestras opiniones, nuestros problemas y rencores, para dar paso a la capacidad de recibir todas las bendiciones, de recibir en nuestro corazón ese sentimiento de paz y armonía que llena ese espacio vacío que todos vamos generando en el paso de un año lleno de retos y conflictos; recordando los momentos felices y rindiendo tributo a nuestras tristezas.
 
Creo que realmente no importa lo simple o grandioso que se prepare la celebración, creo que lo importante no está en los regalos o lo complejo de la cena y sus bebidas; estoy convencido que lo realmente importante es tener la capacidad de recibir todo lo que Dios tiene para nosotros, estemos donde estemos.
 

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