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domingo, 30 de noviembre de 2014

...¿Ficción o Realidad?...

Hace unos días leía un artículo publicado en la Gazzetta del Apocalípsis, "No te creas la película", en el cual se describe de manera magistral el funcionamiento de nuestros mecanismos mentales de detección de la realidad y cómo es que nuestra mente, en un estado especial, bloquea tales mecanismos de detección de la realidad permitiendo que nuestra mente acepte nuevas lógicas de funcionamiento. El ejemplo de las personas que lloran viendo una película, o se ríen, o se llegan a sentir el personaje estelar de la trama es muy interesante, cuando es un hecho que en realidad, es sólo una película!.

Pero aún más interesante, dicho artículo aterriza en el plano de la vida cotidiana. Esa película llamada Sistema, donde a través de estrategias y una serie de imágenes y conceptos, llegan a manipular nuestra mente con la intención de mantenernos cautivos a los intereses del Sistema.

De este artículo, comencé a tener serias dudas sobre mis propios mecanismos mentales de detección de la realidad y la forma en que quizás los he bloqueado por diferentes motivos. De hecho, estoy pleno de seguridad que en varias de las publicaciones he llegado a tocar el tema de la diferencia entre la ficción y la realidad ha sido un tópico importante, más sin embargo, nunca con tanta profundidad. 

¿Has llegado a reflexionar que en tu trabajo, la película que te han hecho ver es la de una Institución o Empresa exitosa, llena de oportunidades para todos, en donde los directivos son personas preocupadas por tu desarrollo, los líderes laborales son compañeros que luchan por tus intereses, en donde todo es justicia y procedimientos apegados a la normatividad Institucional, donde los Gobiernos representados en su Gerente o Director General se preocupan por los trabajadores y sus familias, etc.?. Y cuando activas tus mecanismos mentales de detección de la realidad, ¿de qué te das cuenta? Tal vez que las oportunidades sólo son para unos cuantos, que la preocupación de los Directivos es mantener el poder sobre todo por beneficio propio, que los lineamientos y procedimientos no se respetan, que no hay un interés real por ti ni por el bien común, etc.

¿Y en tu vida privada? El Sistema te ha hecho creer que debes ser de tal o cual manera, que te debes regir por normas y estructuras establecidas por "la sociedad" determinada por un gobierno o religión, que debes tener ciertas propiedades, o adquirir ciertos autos, o tener cierto tipo y cantidad de vestidos o "joyas", que debes consumir determinados productos, etc.

Lo más interesante es que una vez que activamos nuestros mecanismos mentales de detección de la realidad, nos damos cuenta que no somos felices o no nos sentimos realizados como pensábamos, que si bien, hemos adquirido compromisos de una familia, incluso hijos, muchas cosas materiales e intelectuales, pero que no han hecho en la realidad nuestra felicidad. Suena muy drástico ¿verdad?

¿Cuántos de nosotros hemos vivido en una película en la que creemos que todo pasa tal y como el guión que nosotros mismos imaginamos? ¿A cuántos de nosotros nos pasa que al "despertar" a la realidad, nos aterramos de lo que enfrentamos y preferimos bloquear inmediata y nuevamente nuestros mecanismos mentales para no sufrir las consecuencias de nuestra realidad?

Que bien nos debería hacer regresar a la realidad, tomar acción, dejar de vivir escenas de una película que sólo es ficción y transformar nuestro actuar para hacer de la ficción, una realidad.

El trabajo importante es no perder la capacidad de hacer uso de nuestra capacidad mental de detectar la realidad.




lunes, 24 de noviembre de 2014

...lo que el viento se sigue llevando..

"Todo parece gris. Por más que intento sofocar este incendio interno en mi alma, sólo consigo avivar más la llama. Sigo sin comprender esta gran disyuntiva: de tu boca surgen las palabras que dicen que me amas; mas de tu proceder, surge la negación. ¿A quien le hago caso, a la razón o al corazón?. Me estoy incendiando por dentro."

¿Cuántas veces creemos plenamente en las palabras de alguien que asegura decirnos alguna verdad, pero con sus propios actos, denota que no lo es?

Que difícil es intentar evaluar nuestra realidad, cuando tenemos que abandonar las palabras y observar los hechos. Cuánto dolor causa el enfrentar una realidad que no veíamos, al retirar de nuestra vista esos lentes que un día nos pusimos por convicción.

En cada momento en que intentamos entender y analizar las palabras que escuchamos, nos damos cuenta que la subjetividad hace presencia, pues expresan símbolos de una percepción individual; mas cuando observamos los hechos, éstos poseen la experiencia real.

Si, las palabras se las lleva el viento.

¿Cuántas veces has escuchado de personas que dicen siempre se han querido, pero llegado algún conflicto existen los golpes, los abandonos? Decir "te quiero" es la palabra; golpearte, destruir cosas, embriagarse, abandonarte, la acción.

¿Y ahora? Mientras te dicen un "te quiero", tu pareja contesta en su celular un inbox, o un mensaje de amistades en cualquier red social, con lenguaje atrevido.

No intento provocar tu interior, ni mucho menos pretender quitarte de tu vista ninguna gafa que te hayas puesto para vivir. Mas sin embargo, no olvidemos que el "Arte de la Manipulación" se basa en el poder de la palabra, nunca en los hechos.

..en verdad, las palabras se las lleva el viento..

Podría escribir miles de ejemplos de la vida cotidiana en que los hechos desmienten las palabras, de la política, de la religión, de la familia, de la economía, del amor; pero pienso que cada uno de nosotros debe ser consciente de las maneras en que vivimos y las formas en que evaluamos nuestras trayectorias. 

La sinceridad viene acompañada de hechos; la verdad no tiene caducidad.
La falsedad, viene acompañada sólo de palabras; tarde que temprano se descubre.

¿Será que en estos momentos ya habremos de perder la confianza en las palabras?

No lo sé, pues siempre he creído en las palabras. El problema es que los hechos me confunden.

Tal vez no me he dado cuenta que "lo que el viento se sigue llevando, son las palabras.."



lunes, 17 de noviembre de 2014

...¿ayuda más, el que no estorba?..

Desde que yo recuerdo, en mi familia, en mi entorno social, cultural, religiosos y educativo, siempre se hablaba de la capacidad que deberíamos tener todas las personas para ayudar a los demás. Quizá puedo pensar que las familias que pertenecían en aquellos tiempos de mi infancia a la religión católica, la ayuda a los demás, el darse a los demás, era cumplir con la Ley de Cristo.

Aún en estos días, es muy común seguir escuchando y leyendo en muchos medios televisivos, periódicos y redes sociales, hablar de la característica innegable que tenemos todos los mexicanos de siempre ayudarnos hasta en los momentos de mayor tragedia, y no sería tan descabellada la idea de pensar que dicha característica, tiene mucho que ver con el adoctrinamiento de muchos años impulsado por la religión y el sistema político.

Hay personas que constantemente se muestran dispuestas a hacer muchas cosas por los demás, en la familia, en el trabajo, etc., pero siempre tienen un interés personal, disfrazado de ayuda: "Ayudan" a las personas con la intención de mantener su estatus social, laboral, religioso, económico, etc., o para posteriormente pedirles algún favor, o para estar siempre enterados de los problemas y críticas hacia los demás para sacar provecho tarde que temprano. 

También existen las personas que dicen "ayudar", sólo por sentirse responsables o con la obligación hacia ciertas personas. Pero esto lo hacen sólo por sentirse bien con ellas mismas, como si fuera una "norma social o religiosa" en que se obligan a "ayudar" a los demás. Es un ejemplo muy claro de la abnegación en muchas mujeres y hombres, que sacrifican sus propios deseos, su voluntad, su felicidad o incluso su vida, pensando que tendrán una recompensa en el plano espiritual. 

Y por supuesto que existen las personas que desinteresadamente ayudan a muchas personas, en la calle, en el trabajo, en la escuela, en el transporte, etc., y suelen ser las ayudas más simples pero que cambian nuestra vida, incluso sin darnos cuenta de ello.

¿De que depende entonces el concepto que tengamos de "Ayudar"?

Creo que depende de la capacidad personal que cada uno de nosotros tenemos de pedir y aceptar ayuda. Si durante mi vida, cuando he necesitado ayuda de alguien, me han sido "cobradas las facturas" de ello, o por el contrario, he recibido ayuda desinteresada que me hizo creer en la generosidad humana, pues así es como establezco mis patrones de pensamiento.

Hay ocasiones en que nos podemos sentir como alguien que estorba, pero nuca deberemos sentirnos como alguien que no ayuda.


domingo, 9 de noviembre de 2014

...¿Resentido Positivo?...

¿Que es el resentimiento? ¿Cómo surge? ¿Es una especie de enojo, de venganza, de dolor?

Cuántas veces has escuchado frases como "esa persona es una resentida... no ha podido aceptar que yo le gané..", o "esa persona tiene un mal carácter y hace tonterías porque está resentida..", "no puede vivir en paz, a cada momento recuerda lo sucedido.. está muy resentido".

Existen muchas páginas en Internet, muchos libros materiales y digitales, enciclopedias e investigaciones en el terreno de la Psicología, que tratan sobre el Resentimiento como una "repetición" de un sentimiento de hostilidad o coraje que fue producto de alguna acción de alguna persona que nos hizo daño en el pasado. Casos como asesinatos, violaciones, golpes y muchas cosas más en las que no ha sido posible recuperarse del efecto traumático psicológico y físico que alguien provocó con, o sin, intención.

Es un asunto nada fácil de aceptar y mucho menos de encontrar soluciones fáciles.

Más sin embargo, ¿Por qué no podemos RE-SENTIR nuestros sentimientos positivos? ¿De los sentimientos de alegría, de energía, de felicidad que un día sentimos por algo, o por alguien, que un día nos hizo sentir bien?

¿Por qué sólo tenemos que RE-SENTIR los sentimientos tristes de un pasado, los que nos provocan tristeza, odio, enojo, sed de venganza, etc.?

Tal vez en estos momentos en que vivimos muy de prisa, las personas olvidamos muy pronto todos esos sentimientos, en que alguien nos hizo sentir muy bien, nos sentimos atendidos, nos sentimos tomados en cuenta; quizá ahora esos momentos sólo pasan a ser parte de un pasado, o de una nota en FaceBook, o de un archivo fotográfico que queda perdido en la inmensidad de nuestras computadoras; pero eso sí, cualquier sentimiento negativo lo perpetuamos por muchos y muchos años.

¿Por que el "Resentido" tiene que ser alguien enfermo/a de venganza, coraje, y no el que vive recordando cada momento feliz de su vida?

¿Podrá existir el RESENTIDO NEGATIVO y el RESENTIDO POSITIVO?

Lo único que he encontrado en el amplio mundo de la Psicología, es el trato del Resentimiento como una "enfermedad" y del cómo transformar el Resentimiento en felicidad, etc., pero nada sobre cómo ser un Resentido positivo.

"Los sentimientos que algún día me provocaste de enojo, de tristeza, de soledad, de dolor, de frustración o de cualquier efecto negativo, y que no he podido olvidar, los debo tratar de borrar y dejar atrás, y tratar ahora de ser un Resentido de todos los sentimientos de alegría, de felicidad, de amor, de cariño y muchos sentimientos positivos de cosas y personas que ha habido en mi vida." 




jueves, 6 de noviembre de 2014

..como un árbol..

Hace unos momentos observaba a través de mi ventana cómo la fuerza del viento mueve muchas cosas en el horizonte. 

Y surgió en mi esta Reflexión.


Nuestra vida es como la de un árbol..

El viento podrá arrancar sus hojas...
Podrá llegar a perder alguna de sus ramas..
Incluso, puede ser dañado su tronco..
Podrá parecer que se ha doblado,
hasta podrá parecer que se ha secado.
Pero son sus raíces las que lo sostienen de pie.
Y tarde que temprano, vuelve a florecer.

domingo, 2 de noviembre de 2014

...nuestro diálogo interno...

Como cada año es tradición, este fin de semana se llevó a cabo la Celebración del Día de Muertos en el que las familias Mexicanas recordamos a nuestros seres queridos que han fallecido. Desde el día 1 de Noviembre inicia la tradición con el recuerdo de nuestros niños, los infantes que han partido de este mundo y continúa con el día 2 de Noviembre en que se recuerda a todos los adultos y jóvenes difuntos.

Es una tradición llena de misticismo, de profundas raíces culturales de muchos años, de muchas tradiciones en cada hogar, en cada pueblo o ciudad.

Pudiera escribir muchas cosas sobre el sentido de la celebración, su importancia cultural, la forma de celebrarse en cada región, de cómo se  elaboran los arreglos en cada panteón, en cada hogar, etc., más sin embargo, hay algo que me hace Reflexionar muy fuertemente y que tiene que ver más con esa parte espiritual de comunicación con nuestros seres queridos.

¿Cuántas veces nos damos la oportunidad de tener un diálogo interno abierto y sincero con un familiar difunto? ¿Cuántas veces acudimos a ese lugar donde esta nuestro familiar difunto a contarle las cosas que nos suceden, a pedir su consejo, a pedirle ayuda para salir de algún problema o simplemente a sentarnos a contarle nuestras alegrías?

Tal vez tenemos ciertos momentos de diálogo interno en ocasiones de observar su fotografía en casa, o al visitar tal vez una iglesia, o al momento de recordar la fecha de cumpleaños de fallecido/a o de lo que fuera en vida, o en algún momento en que su presencia nos trae algún recuerdo.

El diálogo interno es algo que todos hacemos en una buena parte de nuestro tiempo entre nuestro consciente y subconsciente. Tenemos diálogos internos mientras conducimos el auto, mientras trabajamos, mientras descansamos e incluso mientras estamos dormidos. Mas sin embargo, la mayoría de los diálogos internos que tenemos llegan a ser en muy pocas ocasiones positivos. La mayor parte del tiempo son por cuestiones de problemas o de pesimismo o tristeza.

En estos momentos en que la celebración del Día de Muertos evoca la intención de "pasar un rato agradable" con nuestros difuntos y recordarles con la imagen positiva que tenemos de ellos, es una verdadera oportunidad para reconciliar algunos espacios del consciente y subconsciente.

Tal vez es muy difícil vencer la necesidad de cuestionarnos sobre el ¿Por que te fuiste?, ¿Por que me dejaste así? ¿Por que no me pude despedir de ti? ¿Por que no pude hacer más por ti? o muchas preguntas que nuestro interior quisiera encontrar respuestas, pero debemos aprender a provocar un diálogo interno positivo que nos ayude a mejorar como personas.

Sería una excelente oportunidad el dialogar sobre lo que aprendí de esta situación, de cómo puedo mejorar (o he mejorado) mi condición de vida a través de esta experiencia dolorosa, de las cosas que han cambiado y pueden cambiar para bien, de la forma en que me ha ayudado a madurar y entender lo que en la cotidianidad de la vida no me doy cuenta que es importante, y tantas cosas más.

Nuestros diálogos internos influyen en nosotros más de lo que nos imaginamos y en la manera en que aprovechemos la oportunidad para lograr cambios positivos, transformaremos nuestro interior y por consecuencia, nuestro entorno, nuestros resultados. 

De lo contrario, si mantenemos nuestro diálogo interior como una forma de auto criticarnos, de ser estrictos con nosotros mismos, lo único que lograremos es seguir creando limitantes, de auto castigarnos y encontrando motivos para no salir de los conflictos en que vivimos.

Ir a conversar con nuestros difuntos, además de la oportunidad de ir a celebrar el Día de Muertos, es una oportunidad de aprender a dialogar internamente y de manera positiva con nosotros mismos, es una oportunidad de enseñar a nuestros hijos a dialogar internamente con ellos mismos.