ThingLink

domingo, 21 de septiembre de 2014

..Dios aprieta, pero no ahorca..

¿Has llegado a pasar por momentos en que sientes que nada te sale bien, o piensas que lo que has hecho no fue lo suficiente para alcanzar una meta o solucionar un problema, o que pareciera que todas las circunstancias y personas que te rodean estuvieran en tu contra?

Seguramente que si. A todos nos ha pasado de una u otra forma desde la infancia.

Más aún, ¿te has llegado a sentir decepcionado, triste o deprimido, por pensar que todo lo realizado no fue lo suficientemente reconocido por quienes tú pensabas que valorarían tus acciones?

Estoy seguro que también te ha pasado.

En muchas ocasiones, es muy común que lleguemos a sentir sensaciones así, sobre todo cuando los resultados esperados de nuestras acciones pareciera que no son los que nosotros esperábamos.

¿Cuál es el principio de todas estas reacciones negativas? De manera muy concreta, el principio es la insatisfacción, y tiene consecuencias desastrosas pues llega a desatar una reacción de sentimientos negativos tales como la frustración, el enojo, la ira, la decepción, la depresión y muchas más, que incluso, se pueden convertir en un círculo vicioso sin aparente salida.

Satisfacción e insatisfacción, he ahí el dilema.

Todos los días, de manera natural, establecemos una serie de planes, de ideas, de proyectos o anhelos por realizar: para hoy, para esta semana, para el fin de semana, para el próximo mes o para este año. Dados estos conceptos, en nuestra mente creamos una expectativa.

Y es en base a esta expectativa creada, que empezamos a realizar una serie de acciones, pensamientos y compromisos, tendientes a lograr dicho objetivo. 

Mientras va pasando el tiempo en que realizamos nuestras acciones, nuestra mente también va realizando una especie de evaluación, la cual va midiendo que tan cerca o distantes estamos de alcanzar la expectativa establecida.

Hasta que llega el momento del resultado. ¿Se cumplió la expectativa? Nos sentimos SATISFECHOS. ¿No se logró la expectativa? Nos sentimos INSATISFECHOS.  

¿Que nos provoca la Satisfacción? Alegría, buen humor, fortaleza, seguridad, amor.

¿Que nos provoca la Insatisfacción? Frustración, enojo, ira, malestar, inseguridad, desamor.

Sentirnos satisfechos es una gran oportunidad para reconocer y potenciar nuestras capacidades, destrezas y habilidades. Sentirnos insatisfechos, a pesar de lo difícil que parezca, TAMBIÉN es una oportunidad para reconocer y trabajar nuestras debilidades y deficiencias.

Por esta razón, es importante saber que Dios aprieta pero no ahorca, pues a pesar de lo difícil que es aceptar que no logramos realizar nuestra expectativa, es una oportunidad para aprender un poco más sobre nosotros mismos.

Los errores más comunes que cotidianamente cometemos, es establecer expectativas de algo que no está del todo en nuestras manos poder alcanzar, o incluso, ignorar la cantidad de variables y situaciones que dependen de otras personas o del entorno mismo.

Es muy frustrante el estar estacionado en nuestro auto o en el transporte en medio del tráfico vehicular, cuando teníamos el deseo de estar a cierta hora en algún lugar o con alguna persona; es muy frustrante esperar recibir una llamada de alguien que (incluso) no sabe que espero su llamada o que se le agotó la batería de su teléfono; es muy frustrante esperar en una cita y que no llegue la persona que queríamos ver; es muy frustrante esperar a que el jefe, el amigo/a, el padre o madre, o nuestra pareja, nos haga un reconocimiento por nuestra labor; y muchísimas cosas mas.

Conozco una historia real. Mientras ella y él estaban en la iglesia, uniendo sus vidas en matrimonio, ella pensaba en lo feliz que serían como pareja, pues ahora entre los dos podrían ayudar a sus padres a tener una vida más digna, mientras él soñaba con salir de la iglesia y mudarse a otra ciudad para iniciar una vida nueva lejos de la familia de ella.

Difícil inicio, ¿no crees?.

¿Que podemos hacer? Debemos aprender a establecer expectativas alcanzables, que dependan de nosotros mismos, que podamos evaluar y corregir, que sean motivadoras, tal vez pequeñas pero significativas. Y si la expectativa involucra a alguien más, como lo es en un matrimonio, en un negocio, en un empleo, en una familia, debemos establecer compromisos claros y expectativas comunes.

Pero sobre todo, debemos aprender que a pesar de que no alcancemos una expectativa individual o colectiva deseada por alguna razón, la insatisfacción es una oportunidad de aprender muchas cosas de nosotros mismos que nos ayudará en la toma de decisiones por alcanzar lo que tanto deseamos.  


No hay comentarios.:

Publicar un comentario