Reír, un impulso tan simple, tan espontáneo, que produce cambios tan sorprendentes en nuestro estado anímico, en nuestra salud y en nuestro entorno.
Hace unos días, noté cierto silencio extraño en las oficinas donde trabajo. Pasaban las horas y no escuchaba esas risas a que me tienen acostumbrado algunos compañeros de trabajo. Me dirigí a la oficina de al lado donde trabajan mis compañeros y ahí estaban, todos serios en un mundo de silencio. Les pregunté sobre qué les pasaba, el porqué ahora no había esa alegría con la que a diario les escuchaba trabajar. La respuesta fue tajante: "ya nos vinieron a regañar, porque dicen que nuestras carcajadas se escuchan hasta el patio".
Jajajajajajaaa... Bueno, no pretendo hacer ninguna "Reflexión defensiva" de los derechos humanos ni mucho menos laborales, pero sí sobre los efectos positivos que ocasiona en las personas este impulso tan significativo.
¿Acaso puedes reírte en la iglesia? o, ¿será posible reírte en una ceremonia luctuosa o una conferencia? ¿De que depende este impulso?
Por supuesto que puedes reírte en la iglesia, cuando el sacerdote relata una anécdota que provoque reír a los feligreses, o en la conferencia magistral, cuando el conferenciante relata alguna historia que provoca nuestra risa.
Empezando por el principio.
En las primeras décadas del siglo pasado, el neurólogo austriaco Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa. Esta teoría fue científicamente demostrada cuando se descubrió que el cerebro libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír. La risa está localizada en la zona prefrontal de la corteza cerebral, la parte más evolucionada del cerebro, según los expertos, donde también tenemos la creatividad y la capacidad para pensar en el futuro. Por este motivo reír nos ayuda a relajarnos, a calmar la angustia y a generar deseos de recuperación. (1)
¿Sabías que la risa puede hacerte adelgazar? Pues si. Reír 15 minutos al día quema 50 calorías, lo mismo que correr de seis a ocho minutos.
¿Sabías que reír ayuda a rejuvenecer? También. Mantienes tu sistema inmunológico y estimulas los músculos de tu cara.
Tal vez puedas estar pensando que una cosa es reírte y otra es "carcajearte", pero todo depende de nuestros paradigmas, sobre todo los impuestos socialmente. o ¿acaso no has notado que hasta para estornudar somos diferentes? Si escuchas a tus hijos reír, o a tus compañeros de trabajo, a tu familia, o quien sea, piensa que están en sus 15 minutos de sanación, y tú deberías de hacer lo mismo.
La risa en casa, en el trabajo, en la escuela, en todas las actividades de nuestra vida, tiene un efecto positivo, no lo dudes.
Este tema de la felicidad, la alegría, la risa, el bien estar, ha sido motivo de importantes programas educativos, pues el viejo paradigma utilizado por muchos educadores de que "la letra con sangre entra" ha cambiado rotundamente de manera afortunada. Recuerdo en mi infancia (uuuuuuuuyy, ya llovió..) que en la secundaria tenía un profesor que desde que venía en las escaleras antes de entrar al salón de clase, ya venía gritando: "se callan ya por favor!!!", y sus clases eran todo un cementerio.
Diría el Longe Moco, "fue horrible, fue horrible".
¿Cuántos de nuestros docentes que utilizan estrategias de empatía para crear ambientes positivos de aprendizaje, incluida la risa, han sido casi "quemados en lo hoguera" por considerar que en sus clases es puro "relajo"?
En las escuelas de Reggio Emilia, en la región italiana de Emilia-Romaña, bajo la filosofía del que fue el gran pedagogo Loris Malaguzzi, existe una máxima al entrar en sus escuelas: "Nada sin alegría". (2)
Aunque, si bien se ha dicho que reír tiene efectos positivos en nuestro organismo, también es necesario comentar que todo exceso tiene sus consecuencias, pues la risa incontrolable también puede tener efectos adversos. Según los autores, puede producir desmayos e incluso hacer que el corazón deje de latir –al menos hay documentado un muerto por una risa prolongada que provoca alteración del ritmo cardíaco–. Además, existen comunicaciones de que la risa puede inducir ataques de asma, neumotórax, incontinencia de orina, catalepsia, dolores de cabeza o dislocación de la mandíbula. (3)
Así que "ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre"..
A reír se ha dicho!!!
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